Los cambios en la forma de comunicarnos en las plataformas como Teams han llevado que nos acostumbremos a salir de una reunión y entrar en otra, sin embargo la última investigación de Microsoft sobre onda cerebrales apunta a lo nocivo de esta tendencia.

Según publicó, las reuniones virtuales consecutivas son estresantes para nuestro cerebro y en la misma investigación, determinó que la solución es tomar descansos breves con el fin de estar menos agotados al final del día y mejorar la capacidad de concentración.

Para llevar acabo la investigación, se trabajó con 14 personas que participan en reuniones de video, mientras utilizan equipos de electroencefalograma, que monitoreaba su actividad eléctrica en sus cerebros. Los voluntarios participaron en distintas reuniones con sus posteriores tareas, y luego se cambió a reuniones con descanso e incluso usando una aplicación de meditación.

De esta forma, la investigación confirmó que los descansos entre reuniones permiten que el cerebro se “reinicie”, lo que reduce la acumulación de estrés en las reuniones y así al comenzar una reunión los participantes llegaban más relajados.

También se confirmó que el cerebro funciona de manera diferente cuando tomas descansos por lo que las reuniones consecutivas pueden disminuir la capacidad para concentrarse y participar, y por consecuencia, de hacer mejor nuestro trabajo.

La tercera conclusión de la investigación apunta a que las transiciones entre reuniones puede ser una fuente de mucho estrés, por lo que saltar de una a otra puede elevar ese estrés. Y se confirmó que quienes descansaban y meditaban, tenían menos estrés al comienzo de la reunión siguiente.

De ahí surgen las distintas configuraciones de las herramientas de Microsoft, que podrían ayudar a planificar una jornada laboral sin tanta carga laboral o de reuniones, como por ejemplo, programar descansos entre reuniones de forma organizada con Outlook.

En la misma línea Microsoft trabajó en Microsoft Viva, que incluye alternativas de bienestar con el fin de disminuir la fatiga por las reuniones, incentiva los descansos y hasta momento de meditación de pocos minutos para desconectarse de la vorágine digital.