Durante los últimos años, el cuidado del medio ambiente y las medidas para disminuir el calentamiento global forman parte de las preocupaciones que día a día manifiestan los ciudadanos a nivel global, pasando a ser eje fundamental en las decisiones que las empresas están tomando de cara al futuro. 

De acuerdo a un estudio llevado a cabo por Bain & Company junto a WEF, la mayoría de los líderes empresariales sienten la necesidad de adoptar ecosistemas circulares que les permitan duplicar la proporción de ingresos derivados de productos y servicios circulares en la próxima década. De llevarse a cabo de forma exitosa, las emisiones globales de dióxido de carbono podrían disminuir en un 39%.

“Los líderes empresariales reconocen que los productos y modelos de negocio circulares pueden hacer crecer sus ganancias, reducir costos y crear resiliencia en sus cadenas de valor, todo ello al mismo tiempo que les permite estar listos para un futuro bajo en carbono. Sin embargo, se enfrentan a desafíos importantes tanto al interior como al exterior de sus compañías”, explicó Marcial Rapela, socio y responsable de Bain & Company en Chile.

Para la consultora existen diversos desafíos para implementar estrategia a favor de una descarbonización. Uno de ellos es que se deben lograr acuerdos sobre como priorizar la economía circular respecto de otras iniciativas clave de la compañía. Otro reto importante es generar una participación de actores externos que ayudarán a obtener el éxito de la estrategia. Un ejemplo de ello son los proveedores, socios vitales en las iniciativas de economía circular. Sin embargo, el 60 % de las empresas considera que involucrarlos es un desafío.

“Si queremos avanzar en materia de economía circular resulta fundamental trabajar en los frentes internos y externos. Se deben crear esfuerzos hacia afuera concentrados en la creación de ecosistemas de aliados. Para adentro, debemos identificar el potencial de flujos circulares ya existentes en el negocio, los posibles nuevos nudos de creación de valor en la cadena y construir soluciones en plataformas escalables que proveedores y otros aliados externos puedan utilizar”, comenta Rapela.

Según Bain, las empresas multinacionales líderes están demostrando que el progreso en esta dirección es posible. Estos pioneros establecen objetivos medibles para la proporción general de productos y servicios circulares que planean alcanzar en niveles objetivo de contenido reciclado, reutilización y reciclaje.

El camino hacia un modelo de negocio fundamentado en la economía circular es un territorio inexplorado y quizás desafiante para muchas empresas. Esta transformación requiere un cambio radical en las estructuras de pensamiento corporativos que posibilite la adaptación de las organizaciones a los desafíos que traerá el futuro en materia económica y ambiental derivados del consumo y que requieren atención inmediata.